miércoles, 17 de abril de 2013

Hay destinos que no tienen barreras.

Cambiaba de ciudad, el trabajo de su padre le impedía vivir más de un mes seguido en una misma ciudad, no podía conservar a los amigos, sabía que su destino era conocer gente a las que dejaría de ver para siempre, este motivo le hacía no conocer gente, hacerse insociable, pero un día se plantó, no quería más sitios, no deseaba viajar más, había visto a la chica de su vida, pero ella no era de allí, ella le había estado siguiendo toda la vida.

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